Yerba es una variante del nombre femenino hierba, que sirve para nombrar a plantas de tallo tierno, según la Real Academia Española. El Herbario de la Universidad Pública de Navarra define como mala yerba a la “planta que crece en un lugar donde no se desea que crezca”. En la naturaleza las malas yerbas son especies resistentes, que crecen en climas y ecosistemas difíciles. Y aunque algunas tienen beneficios para la salud humana, son eliminadas cada vez que brotan en jardines y cultivos, porque se las considera malas.
Al igual que en la naturaleza, en la realidad actual, la MalaYerba es esa especie de periodismo no deseado, que revela la destrucción ambiental, las desigualdades sociales y corrupción relacionadas con el despojo y cambio del uso de la tierra. Ese periodismo que las élites económicas y políticas han callado en los espacios mediáticos, vendiendo ese silencio en forma de “desarrollo”.
En esos ecosistemas hostiles nace la MalaYerba: una productora de proyectos periodísticos especializada en problemáticas socioambientales de la región centroamericana. Cuya finalidad es contribuir con la gobernanza ambiental de cada país.
Periodismo y otras yerbas
La MalaYerba es un proyecto autónomo y libre. Cuya prioridad es contar historias del ser humano frente a la naturaleza en la era del antropoceno y la crisis climática. La narrativa transmedia será el canal para establecer una agenda en la que se hable de: democracia ambiental, conflictos climáticos, defensores ambientales, energías renovables, legislación ambiental, áreas protegidas, especies amenazadas, neocolonialismo, depredadores ambientales, megaproyectos, crisis hídrica, entre otros temas de importancia social.
La MalaYerba recorre territorios buscando personajes, escenarios y problemáticas. Impulsa el periodismo ambiental con enfoque de género, tomando como base al periodismo de investigación y de datos.