La Pública nació de una inquietud de tender puentes entre el periodismo y el activismo de derechos humanos para fortalecer el ejercicio ciudadano y la construcción de espacios públicos más activos y plurales a través de la tecnología en todas sus formas, indica su sitio web. Fue así que un grupo de periodistas interesados en derechos humanos empezó a conectarse con organizaciones de la sociedad civil para trabajar de forma conjunta temas periodísticos con enfoque en derechos, poco o nada cubiertos en medios tradicionales, e involucrarse en la esfera de la deliberación pública.
Lanzada en 2014, "La Pública es el primer medio periodístico nacional que adoptó la modalidad de comunidad", indican en sus redes sociales. De hecho, empezó con un grupo en Facebook antes que una página de fans. No solamente significó un cambio en la distribución de contenido, sino que era una declaración de intenciones de la relación que el medio busca con su comunidad. Los contenidos periodísticos producidos por el medio se compartían para promover el debate ciudadano plural que a su vez era moderado constantemente por los miembros del equipo para controlar insultos y eliminar a personas que saboteaban el diálogo entre distintas posiciones. A través de ese canal, también se consultaba a la audiencia por temas, enfoques, fuentes e incluso nombres de futuras secciones. Si bien los administradores compartían generalmente contenidos del medio, los miembros del grupo podían compartir cualquier tipo de contenido noticioso que permitiera el diálogo. Desde el grupo, se convocó acciones de inteligencia colectiva, conversatorios virtuales y solidaridad con causas de derechos humanos.
El grupo estuvo vigente casi seis años. Fue cerrado luego de la crisis social que vivió Bolivia a fines de 2019. "Nos negamos a ser un espacio más que alimente la confrontación", escribió su coordinador general, Javier Badani, al tiempo que explicó que ya no era posible monitorear y moderar el diálogo ciudadano.
A pesar de ello, La Pública mantiene su esencia: la agenda de temas se construye con un oído pegado a los diálogos en redes sociales, más que a las conferencias de prensas de autoridades, y narrativas multimedia.
Las acciones de comunidad articularon además diálogos en línea con actividades presenciales, como intervenciones sociales y artísticas. Su mayor reto es interpelar al ciudadano para que asuma su responsabilidad en la construcción de sociedad, indica su sitio web. En ellas, cabe mencionar una exposición itinerante de obras de caricaturistas bolivianos en homenaje a Charlie Hebdó; debates presenciales sobre temas coyunturales; encuentros de periodistas, diseñadores y desarrolladores para llevar a cabo proyectos de periodismo de datos, como el #DataBO; o encuentro dirigidos públicos nichos como aquel denominado El Público, que convocó sólo a hombres para hablar de masculinidades en el Bocaisapo, un bar popular e histórico paceño. Así mismo, en épocas electorales han formado parte de iniciativas en red de organizaciones ciudadanas como Salpicón Electoral en 2015, y La Ruta de la Democracia en 2019.
La Pública ha mostrado cintura para proponer espacios de conversación en línea sobre temas coyunturales como el aborto, la televisión basura, gobierno abierto, entre otros. Durante la crisis social boliviana de fines de 2019, el medio convocó a activistas para proponer, moderar o participar en conversatorios diarios desde distintos lentes para comprender la compleja explosión poselectoral.
En 2020, lanzaron el proyecto "A otro perro con ese hueso" dedicado a público joven para abordar temas electorales de cara a las elecciones presidenciales que se reptirán luego de que se anulara la realizada en 2019. Este proyecto tiene como protagonistas a dos mujeres jóvenes que presentan cápsulas para desenmarañar la burocracia electoral y moderan el ciclo de conversatorios "Nada será igual", que invita a reflexionar sobre los cambios estructurales por la pandemia del coronavirus y las políticas públicas. El proyecto también contempló conversatorios presenciales en ciudades capitales, micrófono abierto en universidades y la producción de contenidos periodísticos. Otra serie de conversatorios virtuales que sostiene en alianza con otras ONGs es #BoliviaDebate dirigido a público adulto que busca reflexionar sobre los principales desafíos nacionales.
Durante la cuarentena por la pandemia, La Pública abrió micrófono para una serie de webinars llamada #ComparteConocimiento donde ciudadanos compartían información diversa como hacer transacciones bancarias por internet, nutrición para mejorar el sistema inmunológico, análisis histórico sobre cómo el país había enfrentado otras enfermedades, entre otros.
En cuanto a sus sostenibilidad económica, durante 2014 y 2015, La Pública recibió un apoyo-semilla de la Fundación Hivos, lo que le permitió contar con un equipo de diez personas en las cuatro ciudades principales de Bolivia: La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Sucre. Desde 2016 hasta la actualidad, La Pública se sostiene a través del trabajo de colaboradores, fondos provenientes de consultorías y de proyectos. A mediados de 2019 incorporaron una nueva fuente en su modelo de negocios: el servicio de comunicación digital para organizaciones. Actualmente, se encuentran en etapa de diseño de un nuevo modelo de negocios y de análisis de modelos de producción periodística.
Desde 2021, la periodista Miriam Telma Jemio asume la dirección del proyecto con el fin de relanzarlo promoviendo las acciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible contenidos en la Agenda 2030 y el respeto de los derechos humanos, colectivos e individuales, principalmente de mujeres e indígenas.