El Grito del Sur es un medio popular, nacido en 2012, que combina periodismo comprometido con una perspectiva millennial y transfeminista. Este medio independiente se define por su enfoque cooperativo y comunitario: "construyen colectivamente hacia adentro y fomentan lazos con su audiencia hacia afuera".
Con una mirada crítica y un compromiso con la justicia social, El Grito del Sur busca "escuchar antes que opinar", para narrar hechos que importan a través de todos los formatos y plataformas disponibles. En su espíritu innovador, buscan inventar nuevas formas de comunicación si las existentes no alcanzan para reflejar las complejidades de la realidad. Buscan hacer "un periodismo libre pero no solemne, donde la ternura y la empatía siempre tienen lugar".
Sus contenidos abarcan desde reportajes en su portal digital hasta un periódico mensual distribuido en barrios, newsletters semanales, contenido audiovisual en redes sociales y una lista de difusión en WhatsApp. La redacción opera desde el ex centro clandestino de detención Virrey Cevallos, hoy Sitio para la Memoria, reforzando su vínculo con la memoria y los derechos humanos.
El Grito del Sur también integra y es miembro fundador de la Red de Medios Digitales, contribuyendo a visibilizar el trabajo del periodismo independiente que crece desde las bases.